Disfruta de la buena energía y de los buenos momentos de la vida isleña en Jamaica.
Navega a Jamaica, la cuna del reggae, que le legó al mundo esta música que es tan característica del estilo de vida relajado de la isla y de la intrépida alegría de su gente. Apenas llegues, entenderás por qué este destino rinde homenaje a las sensibilidades de ese producto musical de exportación. Sumerge los pies en las aguas azules cristalinas del Bamboo Beach Club en Ocho Ríos. Chapotea en las Cascadas del río Dunn, donde el agua fría y pura de las montañas cae sobre las rocas y forma unas pequeñas cascaditas. Viaja para adentrarte en el bosque tropical de Mystic Mountain y súbete a la telesilla SkyExplorer que se eleva por encima de las copas de los árboles y llega hasta la cima de la montaña. Descubre la magia a bordo de un crucero a Jamaica.
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Los mejores cruceros a Jamaica te permitirán disfrutar de experiencias llenas de aventuras. Puedes pasear en automóvil por las carreteras panorámicas de la Bahía Montego, pasear por cascadas impetuosas de Ocho Riosy pasear a caballo por la costa en Falmouth.
Jamaica es el escenario perfecto para los excursionistas aventureros, quienes desean explorar bosques densos y cuevas, colinas escarpadas y la costa salvaje. Realiza una excursión por exuberantes bosques en Mystic Mountain o disfruta del pintoresco paseo por el Monte Zion en la Bahía Montego.
Pasa algo de tiempo conociendo la cultura de esta nación insular. Desde un obsequio peculiar hasta los recuerdos que crearás en sus playas que se llenan con los sonidos del reggae, seguro que te llevarás a casa una parte de algo realmente jamaiquino después de las vacaciones.
Ya sea que optes por el ron, el aceite de coco, el aderezo jamaiquino o los tallados en madera, los recuerdos de Jamaica te permitirán disfrutar de la isla incluso cuando estés de regreso en casa. Recorre el Old Fort Craft Market en la Bahía Montego o el pueblo isleño en Ocho Ríos para encontrar productos locales hechos a mano.
Un crucero a Jamaica incluye destinos emocionantes, cada uno de los cuales tiene su propio estilo y vibra. Descubre Jamaica a bordo de los mejores cruceros Royal Caribbean.
Visita Jamaica en un crucero por el Caribe occidental. Pasa un rato con rayas en Gran Caimán, bucea con esnórquel entre arrecifes de coral en Labadee, Haití y chapotea en las cascadas en las cascadas del río Dunn de Jamaica.
Combina tu aventura por Jamaica con una exploración del cercano México. Disfruta de la atmósfera aventurera de "Ochi", u Ocho Ríos, y después explora las ruinas mayas de Tulum y las concurridas playas de Cozumel y Cancún.
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Si alquilas un automóvil, recuerda conducir por el carril izquierdo.
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En los mercados locales y en los quioscos de recuerdos, se acepta regatear y se espera que lo hagas.
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Si deseas probar las deliciosas comidas con descuento, pasa a comprarles a los vendedores callejeros locales: sirven algunas de las comidas auténticas más deliciosas de la isla.
Una combinación de influencias antiguas y nuevas, la cocina jamaiquina incorpora los sabores de los pueblos autóctonos que alguna vez habitaron la isla y los europeos que desembarcaron en sus costas.
El pollo picante es un plato aromático, ahumado y condimentado que es, sin duda, el gran atractivo culinario de Jamaica. El pollo a la barbacoa condimentado obtiene su sabor picante de un condimento especial, que suele incluir pimientos habaneros y especias más dulces, como pimienta inglesa y nuez moscada.
Es posible que no se te ocurra combinar la fruta con el pescado, pero los cocineros jamaiquinos convirtieron esta dupla que parece incompatible en un plato distintivo. El aki y el bacalao incorporan las semillas pulposas y amarillas del fruto de aki tropical en forma de pera con el bacalao salado. El resultado es un plato lleno de proteínas que, por lo general, se sirve sobre arroz para la cena o con bocadillos de masa cocidas al vapor para el desayuno.
La historia del bami comienza hace mucho, mucho tiempo. En su origen, los habitantes autóctonos de Jamaica comían este pan plano que se elabora con tubérculo rico en almidón de mandioca. Después, se sumerge en leche de coco y, a continuación, se frita a la perfección. Degústalos solos en el desayuno o junto con pescado o pollo picante en el almuerzo o la cena.